Las empresas nacen alrededor de ideas, conocimientos y habilidades de sus fundadores. Con el tiempo estas organizaciones se van desarrollando, alcanzan la normalización de su crecimiento, algunas se consolidan quizás a nivel nacional y llegan finalmente a su etapa de madurez. Concluido este ciclo, que normalmente toma una generación, sus fundadores albergan ahora un nuevo sueño, el cual consiste en que sus empresas perduren en el tiempo y pasen a las siguientes generaciones.

[kaliform id=”3742″]